El re-renacimiento
Si extrañas los conciertos como yo, tengo el gusto de notificarte que formas parte del evento masivo más grande de la historia moderna. Transmitido en vivo. A todos los hogares del mundo.
El mes de enero me parece una isla lejana. Me preocupaba el color de las cortinas y llevar la ropa a la lavandería. También veía muchos documentales históricos para estimular la parte del cerebro que siempre quiere ver las mismas series. Ví un documental que decía, palabras más palabras menos, lo siguiente: “El Renacimiento produce a partir del siglo XIV un nuevo tipo de ser humano ”. Y en ese momento con ingenuidad me pregunté ¿por-qué no se repite esa maravillosa fase de florecimiento humano en la actualidad si contamos con descubrimientos increíbles cada dos segundos y el mundo parece caber en un smartphone? Mi pregunta quedó en el aire. Hasta que medio planeta entró en cuarentena y me descubrí con tiempo para indagar.
La epidemia de la peste bubónica que azotó a Europa y parte de Asia entre 1347 y 1400 preparó el terreno para que los sobrevivientes y sus descendientes modificaran sus creencias. Ante un panorama donde Iglesia no brindó auxilio alguno, la individualidad se abrió paso, los postulados de la ciencia medieval se pusieron en entredicho (¡menos mal!) y el éxodo al campo reactivó una nueva fascinación por la naturaleza. Aquí encontré la pieza del rompecabezas que intentaba armar. El ecosistema que dio pie al llamado renacimiento, no incluyó solo avances tecnológicos y científicos.
La chispa fue la necesidad de aquellos que sobrevivieron por celebrar la vida a través de la belleza y en muchos casos, como bien lo expresaron artistas de la época, alcanzar la eternidad mediante la creación de algo sublime.
¿Será esto lo que necesitábamos? Un gran memento mori para los humanos del siglos XXI.
Por primera vez, después de pasar por la fases esperadas de ansiedad, miedo, negación y tristeza… entiendo que sin lugar a duda deseo que esta pandemia se controle, pero no quiero que volvamos a la normalidad.
Después de tanto, sería una pena.